"Vendrá un día en que el
llamado Occidente progresista también tendrá que cambiar sus objetivos en este
aspecto, abandonando su meta de conferir a cada persona una "formación
superior". Resulta completamente imposible formar una sociedad compuesta íntegramente
por personas "cultas" y doctores. La humanidad necesita también
campesinos que trabajen la tierra, que limpien las cuadras; necesita
barrenderos, obreros manuales y empleadas del hogar, que a buen seguro no serán
más desgraciados ni realizarán peor su trabajo si no han adquirido un diploma”.
Oscar Kiss-Maerth - El principio era el fin