Quienes gozamos de soltería treintona -y esa palabra es la adecuada, gozar- vemos como las relaciones "de pareja" a nuestro alrededor discurren en un ir y venir de afirmaciones egóicas sin sentido. La vida de pareja alrededor, no tiene nada de pareja. Son dos sujetos -mas no individuos- que no pueden ponerse de acuerdo en algo. De hecho, he notado que muchos ya ni siquiera se acuerdan que los unió desde el principio.
Bueno, yo sé que el 70% de los matrimonios de hoy se dan porque "él la embarazó"... siempre es culpa de él y ella la víctima. Total, el hecho de que ella abriera las piernas en meramente circunstancial y no aporta nada al caso. Según la ley actual, el hombre -y solo él- es malo por naturaleza y la mujer, siempre sufre esa maldad. Son hechos constitucionales que no vamos a discutir aquí.
Veo, que el transcurrir de los años, la rutina, la desidia, la decadencia total actual, en fin, todos los aspectos putrefactos de la modernidad; hacen olvidar a las parejas que es lo que los unió.
Las mujeres pretenden que su marido, ya en la tercera edad, pretenda seguir admirándola como a la quinceañera de piel tersa que alguna vez tuvo. ¡Sorpresa! Eso no va a pasar. Siempre me he preguntado por qué la mujer tiene tan interiorizado eso de la "belleza", limitando tal concepto a la cáscara corpórea que tanto se esfuerza en maquillar. ¿Y se sorprenden de que nos gusten una chica de veinte sin efectos de la gravedad?
Si se supone que "querer es sentir", ¿por qué les importa tanto si uno sigue enamorado de ella por fuera?
Y no dejemos de lado a los hombres, que solemos enamorarnos del físico primero... y a veces de otras cosas mucho luego. Si tuviéramos la costumbre de al menos, el cincuenta por ciento del tiempo, pensar con la cabeza y no con el pene; ese tipo de situaciones no se originarían, porque simplemente no habría matrimonios.
Los años son una sentencia inevitable. A todos nos pasan por encima y el proceso de decadencia es constante y unilateral. Es definitivo que todos los seres humanos nos comenzamos a podrir desde que nacemos hasta que morimos. Vida es solo lo que hay en la mitad.
Sin embargo, ese transcurrir de "tiempo vital", es mucho más agradable si se tiene a una compañera. Hablo como hombre que si ha amado con el corazón, la cabeza y el pene. Hay mujeres buenas, no todas son la basura que pulula como zombie por la calle, pretendiendo limitar su existencia a consumir y ser consumidas como objeto. Según mis estadísticas personales, una en cien vale la pena.
Hay mujeres buenas. En mi vida he tenido tres. Estoy seguro que ellas si llegarán a viejas. De mi, no estoy tan seguro. Lo bueno de que eso pase, es que no me veré inmiscuido en la situación que describe la imagen de este post.