Me encontré hoy con un ser que vive de lo ajeno.
Un ser sin huesos. Nada más un exoesqueleto que cree que le sirve para
protegerse. Un insecto que recicla la mierda ajena y vive oculto en su
madriguera procreando hijos... y odio.
Este insecto habla mal de su tierra, siendo ésta
quien le provee el sustento. Habla mal de quien le provee el excremento, siendo
éste su fuente de vida y la de sus hijos. Da rienda suelta a su lengua,
creyendo que una red (social) camufla su ignorancia. Espeta juicios, sin haber
vivido casi nada. Grita odio a su amado, mientras éste le dejó huevos fértiles
que pronto eclosionarán. Habla de amor... con palabras de odio.
Que ser tan imberbe puede odiar su tierra? Qué
ignorante puede detestar su sustento? Quién se arrastra a buscar excrementos
ajenos para vivir? y sin embargo se queja... pues es el escarabajo estercolero!
Hoy me encontré uno de éstos animalitos. Su idea
de fuerza se limita a la capacidad de mover una bola de mierda muchas veces
mayor que él; y de ahí su arrogancia. Cree que tiene dominadas las cuerdas
(finas) de su ambiente, cuando su vida no se limita más que a un par de
semanas. Se contradice en cada frase: habla de odiar al amado, dice olvidar a
quien recuerda y espera olvidar a quien no se ha ido. En fin, un bicho lleno de
contradicciones, propias de quien no ha vivido nada. Curiosamente es un
ejemplar de pelos negros y mandíbula prominente. Al observarlo, entendí que le
servía para atenazar pareja... Obviamente, he descrito un ejemplar femenino de
este insecto.
Desde ahora, voy a exponer pequeñas semblanzas
sobre la fauna de este variopinto Ecuador. Llevará el tag "Fauna
Ecuatoriana", aunque tal vez también describa animales de otras latitudes.
Quién sabe.