Para su afrentosa mirada, le respondo con espejos
A que contemple alucinada, el candor de su entrecejo
Y entienda el desasosiego, que me causa su observar
Ante mis desnudas ganas, de correrla a abrazar.
No me mire apasionada, cuchillas son sus ojos
Que me quitan el aire, dejándome en despojos
Más bien deme su desprecio, y mire a otro lado
Que si me mira antojosa, me deja atolondrado.