Sepa usted, que la quiero y espero
Que la honro y fidelizo
Y que incluso la “stalkeo”
Sepa usted, que la busco en la noche,
Que en mi ventana la espero
Sentado en mi coche
Que la entiendo temerosa y triste
De mi manera guerrera
Que al mundo, enviste
Pero también sepa usted, señorita
Que ha marcado mis pieles
Con aguardientes y hieles…
Que no le quepa duda, a usted
Que la hilvano en mis tardes
Cuando padezco de sed
Y que le tiendo mis permanencias
A usted, y su falta de querencias
Sépalo bien, en su indiferencia.
Que mis perfiles, seguro atemorizan
Pero las recompensas, atraen
Y acéptelo, eternizan…
Que mis manos hacia Usted, se dirigen
A un abrazo, de espíritus eternos
Si solitarios, se afligen
No permita, en su calma sabiduría
Que los temores cercenen, la algarabía
Y se pierda la pujanza mía.
Le propongo a su merced, alboroto
Jolgorio y gritería, bullicio de su devoto
Porque, en serio, no concibo ser otro
Que el que le espera, así como toda la vida
Que camina y encierra, en la espada
Su gran pena y desdicha
Más, sepa y que le quede claro
Que caminante soy de disyuntivas
Inconstante y muy raro
Y sin embargo no concibo,
Sin Usted, un mundo posible
Suyo me mantengo, impasible.